En la mayoría de países y sectores, las cifras de contratación interanual siguen a la baja, pero hay señales que indican una moderación e incluso una estabilización en algunos sectores, como el tecnológico, el de la información y el de los medios de comunicación. Los datos de LinkedIn que muestran un aumento de la movilidad interna son alentadores y revelan que las empresas están descubriendo que aprovechar la contratación interna puede acelerar la agilidad de la organización, la motivación y la retención de los empleados, y el desarrollo profesional.

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La mayoría de las organizaciones siente curiosidad e interés por el potencial de la IA, pero no sabe cómo transformarlo en una realidad en el trabajo diario. Los innovadores del ámbito de la selección de personal con los que he hablado tienen algo en común: están aportando a la IA un punto de vista centrado en lo humano y creen en el poder de las personas más que en el poder de la tecnología por sí sola. Esos pioneros saben que, para que la IA se adopte de manera eficaz, los responsables de selección de personal tienen que involucrarse en cada etapa de la planificación y aportar sus aptitudes de gestión del cambio en cada paso. Las organizaciones que lo entiendan serán las que triunfen en esta nueva era, porque en esta era todo se reducirá a quienes tengan a los mejores profesionales, no solo la mejor tecnología.

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La IA tiene el potencial de impulsar cambios sustanciales en cómo y a quién contratamos. A medida que la IA vaya asumiendo las tareas menos complejas y más repetitivas, las empresas tendrán que contratar profesionales con aptitudes interpersonales más amplias. Estamos observando un aumento de la demanda de aptitudes como solución de problemas, capacidad de adaptación y colaboración, es decir, aptitudes que fomentan la agilidad de la organización. Cada vez más, los equipos de captación de candidatos que quieran contratar profesionales de gran calidad en menos tiempo deberán recurrir a la base de empleados actual como su principal fuente de contratación, junto con posibles candidatos externos.

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Preparar a los empleados para la adopción de la IA requiere que las empresas asuman un enfoque sistémico. Dar oportunidades para aplicar la IA generativa al proceso de trabajo (qué) debe combinarse con la priorización del desarrollo de aptitudes humanas; en concreto, mentalidad de crecimiento, innovación y resiliencia (cómo). Sustentado por una cultura de aprendizaje continuo, desde nuevos empleados hasta ejecutivos sénior (quién), «aprender a aprender» se convertirá en una aptitud imprescindible para las organizaciones a medida que desarrollen profesionales que puedan adaptarse al lugar de trabajo en rápida evolución. Animo a los responsables de selección de personal a ser los primeros que prueben esta nueva tecnología, la integren en sus formaciones y exploren cómo las herramientas de IA pueden potenciar el aprendizaje en sus organizaciones.

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